lunes, 31 de mayo de 2010

Uno de tantos insomnios

Hace ya una semana que no logro dormir bien. Esos pensamientos resuenan en mi cabeza con forma de música y, aunque es agradable, sé que no es real, pues es un mero reflejo, un deseo, y no el hecho en sí. El sonido no podrá ser disfrutado hasta haber concretado el hecho, cuando el deseo se haga recuerdo y no anhelo, porque vivir un anhelo sólo trae engaño, pero se siente tan cálido, tan palpable, uno no quiere salir de ahí.
Así caen los pensamientos, como una lluvia incesante de ideas que dominan los sentidos, tratando de cumplir con los instintos, siempre fieles a la necesidad animal, reprimida infinitamente por la sociedad. Y los ojos rojos de insomnio ya no saben qué ver, los pasos que caminan en círculos vuelven a la desesperación y se condenan a repetirla eternamente, sin otra salida que la de la explosión natural, la liberación del cuerpo para la calma del alma. Pero vuelve el miedo, la locura, la vigilia. En realidad nunca se fueron.
Si se pudiera combatir a los demonios solo. Pero no, uno necesita ayuda y no sabe a quién recurrir. Nuestras máscaras nos impiden ver que somos ciegos, y el fantasma de la soledad acecha una vez más. Romper las cadenas que nos separan, esa idea nos traerá la luz, la correcta liberación de las pasiones, y finalmente, la música se hará hermosa y podré dormir feliz.

2 comentarios:

  1. y... al final.. cuando despiertes te encontraras en un mundo del cual.. querras huir a punta d sueños inconclusos aun cuando estes despierto.. y el imsomnio.. sera tu forma de vida..

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  2. "Nos ponemos las mascaras para escaparnos del mundo,pero no de nosotros mismos."

    Uno tiene incansables caminos por recorrer, todo depende del lugar que uno fije como meta final y de qué piense a travez del camino.
    Que quiero decir con esto?
    Los demonios pueden acosar inconstantemente a uno, pero depende de ese uno -el creador de ellos- ahuyentarlos. Es cierto que a veces resulta necesario para la persona un poco de luz que alguien te pueda brindar, pero eso no es mas que la propia debilidad que uno tiene que sobrepasar. Ellos son el coraje , ellos son el empujon, pero la fuerza para dejar de ser lo que todos quieren que seas, para poder sobrepasar los impulsos que la mente dicta es TUYA.

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