lunes, 31 de mayo de 2010

Uno de tantos insomnios

Hace ya una semana que no logro dormir bien. Esos pensamientos resuenan en mi cabeza con forma de música y, aunque es agradable, sé que no es real, pues es un mero reflejo, un deseo, y no el hecho en sí. El sonido no podrá ser disfrutado hasta haber concretado el hecho, cuando el deseo se haga recuerdo y no anhelo, porque vivir un anhelo sólo trae engaño, pero se siente tan cálido, tan palpable, uno no quiere salir de ahí.
Así caen los pensamientos, como una lluvia incesante de ideas que dominan los sentidos, tratando de cumplir con los instintos, siempre fieles a la necesidad animal, reprimida infinitamente por la sociedad. Y los ojos rojos de insomnio ya no saben qué ver, los pasos que caminan en círculos vuelven a la desesperación y se condenan a repetirla eternamente, sin otra salida que la de la explosión natural, la liberación del cuerpo para la calma del alma. Pero vuelve el miedo, la locura, la vigilia. En realidad nunca se fueron.
Si se pudiera combatir a los demonios solo. Pero no, uno necesita ayuda y no sabe a quién recurrir. Nuestras máscaras nos impiden ver que somos ciegos, y el fantasma de la soledad acecha una vez más. Romper las cadenas que nos separan, esa idea nos traerá la luz, la correcta liberación de las pasiones, y finalmente, la música se hará hermosa y podré dormir feliz.

jueves, 27 de mayo de 2010

Un relato real, con un toque de mentira

Me preparaba a ir como de costumbre a la escuela, temprano a las seis suena la alarma del celular y no puedo evitar seguir durmiendo, ignorando esa parte de mí que me dice que luego tendré que hacer todo apurado. Otra vez, un te lo dije no es suficiente. Entre gritos a mi mamá para que me dé la ropa y un vano intento de peinar mi enmarañado pelo con mis manos, pienso que hoy no hay razón para ir; ninguna materia interesante, salimos tarde, en fin, un día que no promete nada más que aburrimiento y desmotivación.
Ya me encontraba yo afuera con la música de Spinetta al máximo volumen, una de mis pocas razones para caminar cada semana por esas calles frías y monótonas, cuando veo el colectivo y lo corro. Claro, podía esperar otro como normalmente haría, pero algo me llamó a subir ahí, una especie de corazonada extraña que daba fuerza a mis aún dormidas piernas.
Busco un asiento libre y para mi sorpresa lo encuentro, ¡qué suerte que me la jugué por ese colectivo vacío! Tan raro de encontrar a esa hora que todo el mundo va al trabajo. Ahora estoy más feliz, sonrío y logro disfrutar de mi música sin tener que apretujarme entre la gente.
De pronto se me antoja escuchar el Blues de Cris y pongo pausa a la canción que está, para seleccionarlo. Durante ese breve momento donde los auriculares no me hablan, la guitarra es reemplazada por una nueva melodía, una angelical voz que suavemente pronuncia el típico número: "Uno veinticinco". Deleitado, detengo la música, como si la voz fuera a volver a hablar. Abro bien los ojos a esperar que pase la persona que cautivó mis oídos, pues estaba sentado en uno de los asientos de adelante.
Un pelo liso y sedoso, de un color negro que resalta la blancura de su piel, libre de imperfecciones. Sus grandes ojos marrones se encuentran con los míos al pasar ella y seguir de largo a otro asiento. Claramente captó mi admiración por ella, pero sus facciones no delataron reacción de ningún tipo. Una hermosa muchacha, que me transmitía uan sensación de confianza y comodidad. Claro que no haría nada, ni siquiera la conocía, era feliz mirándola.
Estaba perdido en mis sueños, donde ella y yo éramos protagonistas, cuando el infierno se me cae encima; mi extraña amada se levanta y se prepara a bajar. La desesperación y la impotencia me llenaron y me recorrieron, no quería perderla, no podía perderla.
El narrador que había ordenado al destino mi encuentro con tan preciosa dama me dijo en ese instante qué hacer. Una nueva corazonada aparecía y sin previo aviso mis manos detienen las puertas a punto de cerrarse y tal como me subí me bajé.
La veo a ella parada en la esquina, como esperándome y noto en su leve sonrisa la marca de la seguridad. Efectivamente, me buscaba. Mientras me voy acercando nuestras miradas dicen todo lo que nuestros labios callan. Estamos cara a cara y entramos en un torbellino de pasión, que cesa al cabo de unos confusos minutos. Es una sensación nunca antes vivida, que nos hizo alejarnos, temer. Algo andaba mal. Ese beso que nuestras imaginaciones preveían perfecto resultó ser muy perturbante. Era como besarme a mí mismo, como si nuestras mentes fueran una, pero de la manera incorrecta.
Camino lentamente hacia la escuela, comprendiendo el por qué de mi inquietud. No me importa llegar tarde, no me importa nada, porque aunque sé que no deseo repetir ese momento, también sé que nunca la volveré a ver.

domingo, 23 de mayo de 2010

La locura inhibe los sentidos

Es imposible decir la verdad si la desconocemos, o si ignoramos el hecho de que nos mentimos a nosotros mismos.
Todos somos miserables y lo ocultamos, ¿Por qué se debe esto?
¿Será la infelicidad una característica intrínseca del ser humano? ¿O es un fenómeno entre personas sin problemas reales que buscan tenerlos? Como por ejemplo la gente rica. También sucede esto con los genios, pero la causa debe ser otra; Al tener mayor conciencia de las cosas que lo rodean, el genio se siente abrumado y solo, pues es el único que comprende su situación y la de los demás.
La carga del genio es su virtud: tener que sufrir su genialidad. En muchas ocasiones desea no llevarla, ser normal, y al ver que esto es imposible, contempla el suicidio, no necesariamente tiene que ser quitarse la vida, sino adquirir una indiferencia ante ella, ya sea actuando sin miedo a la muerte o consecuencia alguna. En otras palabras, librarse de los prejuicios del pensamiento colectivo. Ahora me pregunto ¿Es eso deseable? ¿O posible siquiera?
¿Cómo saber qué obrar si a mi vida no le doy sentido alguno? Entonces....¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿El placer individual? ¿Bienestar colectivo acaso? ¿De qué me sirve dicho bienestar? Eso es algo artificial y el placer individual es natural, instintivo. Pero, acaso queda algo natural en este mundo? NO!
Sin embargo, la mente instintiva dicta la que es, hasta ahora, la mejor manera de vivir, pero seguir el instinto combinado con con la vida y el mundo artificiales termina en ambiciçon pura, un deseo de totalidad inalcanzable.
Así que una opción es destruir todo factor artificial y volver a la naturaleza, lo cual es imposible debido a que ya no existe tal cosa como naturaleza pura y, siendo todo artificial, no podemos destruirlo todo. La alternativa a eso es encontrar una nueva manera de vivir, que se acomode a las condiciones actuales del comportamiento humanos y no a las anteriores. La tarea del genio es encontrarlas y lograr difundirlas.

jueves, 13 de mayo de 2010

Poema #1

Si el espeluznante veneno gris
Toca hoy a tu puerta nuevamente
Nena por favor acércate a mí
No temas que juntos enfrentaremos esto

Si el mundo vuelve a querer consumir tu alma
Pintada de un fuerte azul único
No te mezcles, no te vayas para allá
Que la vida paga bien a quienes no se rinden

Duerme conmigo para no tener que soñar tristezas
Aunque todos nos señalen por ser los únicos sin ropa
Entrégate al placer, rechaza la obediencia dócil
Es mejor sonreír que repetir una idea rota

Y nena, si te toca marchar una vez más
Volverás a nadar en ese mar de azares
Esa gigantesca calle de inconformismo
Ojalá encuentres allí tu tesoro

lunes, 10 de mayo de 2010

Un día en mi vida

Ayer, Domingo a eso de las ocho, iba caminando por Rivadavia después de una salida, cuando me encontré rodeado de vacío, una ausencia de gente, como si la noche rondara las calles y asustara a todos. Los edificios imponentes ofrecían resguardo de la soledad e invitaban a uno a entrar y pasar el resto del día en familia, cenando, con la voz de la televisión resonando de fondo. Era como si el mundo se hubiera ido a dormir.
Podía tomarme el subte, o bien apreciar este paisaje más de cerca, recorriéndolo, formando parte de él, observando a los cartoneros y niños pidiendo monedas. Hasta ahí no me había puesto a pensar en que, si no es por una salida o para viajar al trabajo, la gente no transita las calles, pero quien no tiene hogar, no tiene más remedio que estar ahí, y les toca ver ese vacío nocturno cada semana, al igual que el inicio del ajetreo rutinario que probablemente hoy, Lunes, empezó con los laburantes que se levantan y comienzan su actividad incluso antes del alba.
Sigo caminando y mis ojos se detienen en ciertos lugares donde no llega la luz ni el interés de las personas. Si las casas son el refugio de la sociedad contra la noche, entonces esos lugares son refugios de los parias contra la sociedad. Un hombre harto de todo que sólo busca correr y liberarse, el escondite de un amor secreto o el de un cadáver que nunca existió.
Me gustaría hacer hincapié en el primer ejemplo, porque en estos días acelerados manejados por un sistema que no perdona, todos callamos. Fingimos normalidad mientras nuestros corazones gritan un deseo de libertad. Luchamos contra nosotros mismos para no sucumbir y terminar en estos oscuros lugares, sin darnos cuenta que estamos juntos. Tal vez un gesto o una simple idea nos hace pensar que no peleamos solos, que muchos han pensado como nosotros y tantos más lo seguirán haciendo. Lo que necesitamos es sacarnos las caretas, hablar nuestras ideas y no las de alguien más por temor a que las propias sean consideradas extrañas. Unirnos, para no tener que ocultarnos en edificios, para vencer a la locura que crece en nosotros día a día, para liberarnos de una vez.
Finalmente llego a mi casa y no puedo evitar sentir un ligero cansancio después de tanto pensamiento, así que como y me voy a dormir.

sábado, 1 de mayo de 2010

Pensamientos varios

¿Qué es un acto malvado? Una acción hecha por una persona que perjudica a otros. Pero...¿hay justificación en dichos actos? Si alguien roba para comer está cubriendo su necesidad básica de alimentarse porque no tiene otros medios para conseguir comida, lo que le da la razón porque no le falta la voluntad de vivir por medios normales, sino que se le quita la posibilidad de hacerlo. Ahora, si el caso es que se roba por obtener más lujos, no hay defensa posible a esto, puesto que es un hecho nacido de la pura codicia humana, no contribuye al bienestar general sino que es opuesto a él. Este tipo de acciones debe ser detenida, y no confundirla con el hecho malvado por necesidad.
Entonces, ¿Qué se debe hacer ante esta gente que causa mal sin razón válida? Ya sabemos que la cárcel no arregla el problema, porque no se arrepienten de lo que hicieron y al salir lo repetirán. Algunos creen en el conocido ojo por ojo, pero esto simplemente nos haría igual que ellos, dándole a un tercer grupo la obligación moral de aplicar este pensamiento con nosotros y causarnos un mal aparentemente necesario. No es así, la venganza no trae resultados positivos, sólo consume y engrenda una cadena infinita en la que la sociedad viviría en caos total.
¿Es alguien capaz de romper esta cadena? Haciendo el mal y luego terminando con la injusticia; pero si a un hombre se le da la facultad de cometer actos malvados impunemente, en un punto dejará de ser por el bien general y se degenerará en un goce del sufrimiento ajeno y el enriquecimiento personal, escondido detrás de una inmunidad que defendía algo que no es desde hace mucho como se pensaba que sería cuando había empezado.
Tal vez la solución sea simple: los seres humanos no son conscientes de estos procesos lógicos y por lo tanto cualquier intento de traer el bien general a una sociedad que no sabe qué es tal cosa será en vano, terminando en tiranía. Antes de ayudarlos o pedirles que ayuden, tienen que darse cuenta de su condición, aceptarla, y luego proceder al arreglo del problema. Así les será fácil identificar el mal necesario del mal injustificado, y al momento de la dictadura no dudarán en volver a actuar como lo han hecho antes; desplazando al tirano y aceptar ese mal necesario del derrocamiento de la figura autoritaria. Mientras recuerden esto, no caigan en el olvido, no permitan los actos malvados que atenten contra el bien común, y no se les suba el poder a la cabeza, el mundo se habrá librado de un gran problema que es la injusticia.