martes, 7 de febrero de 2012

26/01/2012

Miro por la ventana.....no hay nada ahí.
La noche se ha ido, pero el día todavía no ha llegado pues mi mente impide el movimiento del sol. Sólo me trae frío.
Quisiera algo en lo que creer, una pequeña verdad aunque sea, que me ayude a vivir.
Bah, miento. Sí creo en cosas, sólo que ahora mismo me siento mal y veo todo negro y ninguna palabra me hará cambiar.
¿Será que quiero estar así? ¿O debo estarlo?
Ya llevaba feliz mucho tiempo, todo lo que sube tiene que bajar, supongo. Pero ¿Cuál es la razón de que me sienta tan mal?
Las respuestas son posibles razones, puramente circunstanciales e igual de irrelevantes tanto una como todas las demás. De cualquier otra forma estaría triste.
Me derrumban cosas que antes me daban igual. Tiemblo, quiero llorar.
Por favor, quiero ponerme bien. Y no se me ocurre nada.
Me parece que voy a hacer lo que siempre hago cuando se me acaban las ideas: esperar que sea sólo una cuestión de las que pasan con el tiempo.

3 comentarios:

  1. Lamento mucho haberte hecho escribir esto..

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  2. Es lo que yo considero como "la tristeza de la espera". Y es que se hace inminente tener esos tramos solitarios y frágiles, donde no parece haber solución aparente más que esperar a que las agujas laburen, laburen y laburen.
    Un abrazo grande para usté, mi querido jesú!

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  3. A mí me está pasando exactamente lo mismo, nunca encuentro las palabras para expresarlo..

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