miércoles, 22 de diciembre de 2010

Vida dual

Un agujero en el fondo del vacío tuerce la imaginación, lleva mi mente a lugares de profunda depresión, aunque sé que la vida sigue igual, ya nada tiene sentido si no es hacia mal.
Busco algo multicolor, sin rutina y sin dolor, con árboles de cristal y sueños de papel, donde el pájaro vuele feliz sin saber por qué. Para jugar en el jardín de la eternidad debo quitarme este pecho, llenar el vacío y matar al asesino.
No se permite cantar. No se permite crecer. No se permite sentir, ni amar con el corazón. Sólo un oscuro castillo que absorbe todo y separa al verde del frío, haciéndolo a un lado solitario e infeliz. ¿Dónde quedaron los otros castillos? Los de arena, los de esperanza y paz. Estarán atrás, o acaso adelante, pues el tiempo es un círculo en marcha constante. Esta alegría ya la he vivido, esta tristeza la he padecido. Todo está hecho, una y otra vez sobre hojas en blanco superpuestas. Pero el papel es únicamente alimento del fuego de la memoria pasiva, oculta y dispersa entre este inconsciente colectivo.
Busco viajes voluntarios a ambos castillos, a ambos jardines, quisiera poder cambiar y darme vuelta cuando quiera, pero es muy difícil....si tan sólo pudiera.

1 comentario:

  1. Qué bien, muchacho, qué bien...
    De la mano del flaco todo es posible en la escritura. Te lo dice alguien que tiene al señor Spinetta como guía poético, y se pone feliz como triste cada vez que lo escucha, o lo lee.

    Un saludo loco, siga así.

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