Entre el manto aterciopelado de la noche
Las luces devoraban el aire, los hombres nada sabían de sus funestos destinos
Aquél que nos retuerce, ciega y duele cuando las voces callan, cuando la piel no tiembla, y cuando la sombra nos observa
Los edificios cuidan al artista histriónico y pretencioso
Genio embustero, guía de este mar embravecido en el que al amanecer, renacerás
Y mientras mis recuerdos te dibujaban, el cielo se caía como fuego
Y te quemás. Y es inevitable; sí, quemarse, mientras aquellas figuras sombrías te adormecen en tu vigilia
Para que su sombra se aleje danzando
Nat & Mat
Nice :)
ResponderEliminarBernabé.