En el espejo hay agujeros negros
Son ojos jóvenes que nunca han visto
Fuera del dulce beso del engaño
Desde donde caigo y vuelvo a empezar
Por qué, vida, me das ansiedad en el pecho
Y jadeos tartamudos en el aire
Por qué no me dejás volverme loco
Ya ando harto de esta quietud
No se pueden vomitar las tristezas
Tampoco ayudan gritos o patadas
Tarde o temprano debo admitir
Que tu nombre es un monstruo glorioso
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